Pamela Jazmín Cuenca Querembás*
En el presente ensayo se exponen las bases filosóficas que llevaron a China a ser potencia economía mundial y sus relaciones con América Latina por medio de las exportaciones e importaciones de tecnología, energía y petróleo.
La gran atracción comercial, política y económica de China muestran una nueva visión de potencia emergente que fortalece su creciente participación como una gran economía estratégica, distinguiendo entre una sistema occidental basado en la hegemonía y un sistema con características chinas que desde sus bases filosóficas taoístas y confucianas, el gigante asiático se ha convertido en una gran potencia que ha resquebrajado el orden mundial, dando así una visión al mundo de un sistema con características chinas que han llevado a China a un determinado y pacífico ascenso y relaciones estratégicas con América Latina (AL).
El determinado y pacífico ascenso de China que obtuvo después de una reconfiguración en sus políticas con la reforma y apertura ha permitido que este país conservador se abra al diálogo con occidente empezando por Cuba y Chile. Estas relaciones desde una visión del sur global, con países en vías de desarrollo pero que China los ha visto como posibles socios comerciales para expandir el comercio (Naciones Unidas, 2009), de tal forma que esta inversión extranjera directa por parte de China representan más del 50%, por medio de los intercambios comerciales, inversiones, prestamos, inyecciones de capital como país emergente, así como mejorar la economía, el desarrollo tecnológico por medio de las exportaciones, China también se hace presente con préstamos hacia AL, las condonaciones y renegociaciones de deudas por la pandemia como en el caso de Ecuador.
Los apoyo programados de China desde el 2012 por parte del BID y el Banco de China han permitido fortalecer las relaciones multidimensionales de coexistencia que dentro del marco actual que permiten una correlación regional de fortalecimiento económico, tecnológicos, infraestructura de empresas públicas y privadas, crecimiento económico sostenible de las regiones, lo que ha permitido que tanto China explote su comercio con exportaciones e importaciones como el petróleo, energía y minerales de países como Ecuador, Argentina, Venezuela, Brasil, entre otros. Los principios de China son la responsabilidad, liderazgo sobre alianzas y vínculos diplomáticos entre gobiernos y ONG fundamentalmente basado en la moral, su ascenso pacífico buscando socios con los que mantiene relaciones de comercio por ejemplo con la ruta de la seda.
La situación post pandemia ha cedido para que China se eleve financieramente con exportaciones e importaciones de recursos mineros, energéticos, productos agrícolas, entre otros (Song, 2015), estos progresos bilaterales y el diálogo estratégico para una integración entre regiones así como en las cumbres de los G20, BRICS y por medio de las comisiones gubernamentales (Bernal, 2016), se plantean ayuda internacional en cuanto al medio ambiente, seguridad, alimentación, energía, de los cuales son principios filosóficos taoístas en el que el objetivo en la vida es observar la naturaleza y aprender de la armonía de ella, así como la filosofía confuciana con respecto a la armonía dentro de cada persona y como se refleja en la familia, para China es importante su rol social para un bienestar común. Esta integración del sistema en las relaciones según Tian Xia menciona que todo lo que está bajo el cielo debe ser armonioso, las relaciones y la legitimidad política, con respecto al orden político, social y armonía entre el ser humano y la naturaleza que permiten partir desde aspectos de integración del mundo y permitan asegurar el orden en la naturaleza.
Por lo tanto, existe un plano multinivel y multilateral desde la OMC y la ONU que buscan un orden internacional igual en el que estratégicamente China busque socios comerciales para expandir su mercado, por medio de tratados de cooperación económica y tecnológica (Pérez, 2006) así como la apertura de políticas que cubran la cooperación entre países de AL, de tal manera que integren la cultura bidireccional como se lo ha visto en Argentina con exposiciones culturales. Tomando en cuenta las ideas de Zhao Tingyang que basa en un desarrollo común en que as periferia perdidas o no tomadas en cuenta por ser del sur global cooperen entre ellas para fortalecer su economía.
Los principios filosóficos taoístas y confucianos en China procuran mantener la armonía, respeto a la naturaleza, el diálogo, la participación de un pueblo y el deber por el bien común, que se han visto plasmados por el gobierno chino en la última década, llevando a China a ser una potencia regional económica del mundo que ha visto como socios estratégicos a países de AL.
La economía emergente de lo que actualmente es China y su relación bilateral con América Latina que ha detonado cambios en el comercio internacional a partir de intereses comunes por el sur global, materia prima, recursos petroleros, energéticos, alimenticio y tecnológicos que están permitiendo fortalecer tanto a China como AL en su economía, infraestructura de empresas públicas y privadas, crecimiento económico sostenible de las regiones, lo que ha permitido que tanto China explote su comercio con exportaciones e importaciones.
*Universidad Central del Ecuador. Correo electrónico: pameluche23@hotmail.com
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Referencias
América Latina: De la Oportunidad al Desafío. Revista tempo do mundo, 11(2), 63-78. Obtenido de https://www.ipea.gov.br/revistas/index.php/rtm/article/download/43/37
Naciones Unidas. (2009). La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe. Santiago de Chile: CEPAL. Obtenido de https://repositorio.cepal.org/handle/11362/1138
Pérez, M. (Junio de 2006). https://nuso.org. Obtenido de https://nuso.org/articulo/china-y-america- latina-estrategias-bajo-una-hegemonia-transitoria/
Song, X. (2015). China y América Latina en un mundo en transformación: Una visión desde China. Costa Rica: FLACSO, CAF.