Cheng Yeung Yang*
La cooperación energética entre China y América Latina ha avanzado significativamente, convirtiéndose en un aspecto fundamental de las relaciones político-económicas y diplomáticas entre ambas partes. Desde los años setenta, China ha llevado a cabo varios proyectos y programas energéticos con naciones latinoamericanas; los cuales involucran desde la industria petrolera hasta la industria de energías renovables.
En la actual dinámica del poder político y económico internacional, las relaciones entre China y América Latina han adquirido una mayor importancia estratégica. En particular, la cooperación energética ha avanzado significativamente, la cual se ha convertido en un aspecto fundamental de las relaciones comerciales y diplomáticas entre ambas partes.
No obstante, el establecimiento de estas relaciones no es reciente. Si bien es cierto, la política de cooperación energética sino-latinoamericana tiene su origen a principios de los años sesenta, cuando el presidente de Cuba, Fidel Castro, ofreció material técnico para la prospección petrolífera y una refinería que nacionalizó empresas petroleras extranjeras como recompensa por el apoyo de China. Desde entonces, China ha llevado a cabo programas energéticos con naciones latinoamericanas amigas. Posteriormente, durante la década de 1980, el gobierno chino proporcionó asistencia técnica y financiera para la construcción de pequeñas centrales hidroeléctricas en Cuba, Ecuador, Guyana y Colombia, entre otros países (Hongbo, 2014). Luego, durante los años noventa Venezuela y Brasil iniciaron la exportación de carbón y petróleo a China.
Es posible evidenciar el esfuerzo y la contribución de China a lo largo de los años a la consolidación del mercado energético de América Latina. Sus precedentes han servido como catalizadores del fortalecimiento de lazos diplomáticos entre países y de sus relaciones geoestratégicas. La relevancia de América Latina para China en la cooperación energética mundial se puede resumir en varios puntos clave, los cuales se explicarán a continuación.
En una primera instancia, es posible afirmar que América Latina se erige como una región poseedora de considerables recursos energéticos, destacando entre ellos el petróleo, el gas natural y los minerales. Dentro de este contexto, se identifica que los principales países abastecedores de petróleo crudo a China, en la región latinoamericana, son Venezuela, Brasil, Ecuador y México (Vasquez, 2019). Con el objetivo de llevar adelante proyectos de cooperación, se han desarrollado iniciativas conjuntas entre China y América Latina, tales como la exploración y producción de hidrocarburos, la construcción de oleoductos y gasoductos, y la adquisición de yacimientos minerales (China-CELAC Forum, 2015).
En segundo lugar, la cooperación energética entre China y América Latina se presenta como un componente de relevancia geopolítica para el Estado chino. Con la finalidad de ampliar su base de suministros, China ha dirigido su atención hacia la diversificación de fuentes de abastecimiento energético. En este sentido, el fortalecimiento de la cooperación energética con América Latina se plantea como una oportunidad para diversificar su cartera de suministros y aumentar su presencia en el hemisferio occidental. Adicionalmente, la colaboración en esta área también podría impactar positivamente las relaciones exteriores de China con otras naciones.
Luego, en virtud de su importancia estratégica, la cooperación en energías renovables ha adquirido un lugar significativo en la agenda bilateral de China y América Latina. En particular, la inversión china en proyectos hidroeléctricos en la región ha experimentado un notable crecimiento, tal como se evidencia en la construcción del complejo sistema de transmisión de corriente continua de alto voltaje de la represa de Belo Monte en Brasil, un proyecto de gran envergadura. Además, China ha establecido una colaboración estrecha con los países latinoamericanos en el ámbito de la investigación y el desarrollo de tecnologías de energía solar y eólica. Así pues, la cooperación en materia de energías renovables se configura como un ámbito de interés mutuo para ambas partes (Ministry of Foreign Affairs of the People 's Republic of China, 2022).
En términos generales, la colaboración energética entre China y América Latina muestra un gran potencial para brindar beneficios mutuos. El notorio desarrollo económico de China y su consiguiente impacto e influencia global, han convertido a la nación asiática en un socio de creciente atractivo y significación para las naciones latinoamericanas, otorgándoles la oportunidad de ampliar sus relaciones bilaterales con otros países. El aumento de las inversiones chinas en América Latina puede estimular el desarrollo del sector energético en la región y contribuir al crecimiento económico. A su vez, América Latina puede servir como fuente confiable de energía para abastecer la creciente demanda china. En este sentido, la relación económica entre ambas regiones se encuentra en una etapa de consolidación, lo que confiere una mayor importancia estratégica a América Latina en términos de la expansión energética china, tanto desde una perspectiva económica como política.
* Estudiante de posgrado en Relaciones Internacionales con concentración en Estudios Contemporáneos Chinos, East China Normal University, Shanghai. Correo electrónico: chengyyng@gmail.com
El contenido de este artículo es de responsabilidad exclusiva de su autor y no compromete la postura de la SG-FLACSO.
Referencias bibliográficas
China-CELAC Forum. (2015). Cooperation Plan (2015-2019). http://www.chinacelacforum.org/eng/zywj_3/201501/t20150123_6475954.htm
Hongbo, S. (2014). Modelo de cooperación energética entre China y América Latina. Revista Problemas del Desarrollo, 176(45), 9–30.
Ministry of Foreign Affairs of the People’s Republic of China. (2022). China’s State Grid: Linking North and South of Brazil. https://www.fmprc.gov.cn/mfa_eng/topics_665678/zggcddwjw100ggs/xsd/202208/t20220829_10757157.html
Vasquez, P. I. (2019). La huella hidrocarburífera de China en América Latina y África. Revue internationale de politique de développement, 11.1. https://doi.org/10.4000/poldev.3272